El Restaurante
El sueño de Javier
Javier, un canario amante de la buena mesa y pasión por los detalles, siempre soñó con tener su propio restaurante. En 1994, junto a su esposa Betty, inician este recorrido culinario con “El Rincón de Betty” en el Centro Comercial Tafira, en Santa Brígida.
El Rincón de Betty nació como una propuesta diferente. La calidad y la frescura de selectos productos tratados con las cariñosas y creativas manos de Betty, aderezados con su bagaje gastronómico multicultural pronto dieron que hablar. Con un ventanal que ofrecía increíbles vistas panorámicas sobre el valle del Monte Lentiscal, su primer local se convirtió rápidamente en un lugar familiar y acogedor.
“En El Rincón de Betty, no solo servimos comida, sino que también celebramos momentos, historias y recuerdos que perduran”.
El don de Betty
El verdadero encanto de la cocina de Betty reside en la fusión única de dos mundos culinarios: la vibrante y rica gastronomía de su filipina natal y la sabrosa cocina canaria. Betty combina ingredientes autóctonos de las Islas Canarias, como el queso de cabra, las papas arrugadas y los pescados frescos, con especias y técnicas filipinas y orientales que aportan un toque exótico y delicioso. Desde un Kilawen filipino hasta unas costillas de cochino negro canario confitado con dulce de higos.
Cada plato es una experiencia sensorial que celebra la diversidad y la riqueza cultural.
En 2014 fue finalista en la categoría de Mejor Cocinero, en los I Premios Mahou-La Provincia, galardones que reconocen la calidad y la innovación desarrollada por los mejores profesionales y restaurantes de Canarias, junto a reconocidos chefs como Joaquín Espejo del Restaurante Moorea y El Patio del Cuyás y Miguel Revuelta del Restaurante Kano 31.
La Butaca de Betty
Hoy, se encuentran en la Alameda de Colón junto al CICCA, manteniendo vivo el legado y la esencia de sus orígenes. Javier sigue fiel a su sueño, regentando con maestría el salón. Betty sigue siendo la fuerza creativa en la cocina, fusionando magistralmente los sabores de su tierra natal con los exquisitos productos locales de Canarias.
Su don para la cocina ha enamorado a generaciones de comensales, quienes continúan visitándonos con sus hijos y nietos.